Durante estos días de puente que algunos privilegiados disfrutamos lo hacemos gracias a la celebración del día de la Constitución. Sí, gracias a la norma jurídica suprema, o ley de todas las leyes, no vamos a clase, no trabajamos y podemos tomarnos unas pequeñas vacaciones (como he dicho no todo el mundo, sino unos pocos).
En estos días que se han sucedido, y se sucederán, se han realizado y se realizarán una serie de actos conmemorativos. Está claro que tenemos una Constitución para celebrar (aunque hay algunos artículos que tendrían que ser modificados), pero yo me pregunto ¿no deberían dejarse algunos de tanta celebración y centrarse en los problemas de España?
Amigos, ese es el quid de la cuestión. Es de chiste que tenga que ir al Congreso un adolescente de 16 años para quejarse de la poca actividad de los sindicatos o que otro recuerde la memoria de su abuelo exiliado. Triste. Realmente triste que los únicos que plantean los verdaderos problemas en el Congreso sean unos jóvenes y no sean nuestros queridos y tan válidos políticos.
Es estupendo celebrar el inicio de las libertades después de 40 años de dictadura, celebrar el 31º aniversario de la Constitución, pero sin olvidar los problemas del país.
España sigue en crisis, hay 4 millones de parados, siguen maltratando a mujeres, hay un fracaso escolar importante, quieren censurar internet, la Justicia es una máquina desengrasada que necesita arreglo y no dejan de salir a la luz corrupciones en los ayuntamientos; por poner algunos ejemplos.
Hagamos como los creadores de La Pepa que quitaron el poder absoluto a la monarquía, dieron libertad de derechos e intentaron cambiar la situación que vivían, y realmente lucharon por España. Luchemos contra el poder establecido con los derechos que nos da la Constitución.España sigue en crisis, hay 4 millones de parados, siguen maltratando a mujeres, hay un fracaso escolar importante, quieren censurar internet, la Justicia es una máquina desengrasada que necesita arreglo y no dejan de salir a la luz corrupciones en los ayuntamientos; por poner algunos ejemplos.
Menos lecturas, menos actos y más acción. España necesita a sus políticos para que hagan su trabajo no para que se peleen como colegiales.
Ojala haya un día que podamos decir: ¡Vivan nuestros políticos!