Felicidad experimentada cuando tu impresora resucita

sábado, 15 de enero de 2011
No debemos menospreciar la tecnología, ¿no creéis? Quizá la sobre valoremos a veces, pero es que siempre ha formado parte de nuestras vidas. La cuchara es tecnología, el bolígrafo es tecnología, incluso un cajón o un collar son tecnología. Siempre nos paramos a pensar en que esas cosas tecnológicas que usamos no nos hacen falta, pero queridos míos estamos equivocados.  Porque la tecnología es el "conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico." Que no lo digo yo,  lo dice el señor Diccionario de la Real Academia Española . Aunque me gusta más esta otra definición:"es el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten diseñar y crear bienes o servicios que facilitan la adaptación al medio y satisfacen las necesidades de las personas." Exacto. Como he dicho antes son muchas cosas que nos rodean, y que nos hacen la vida más fácil. Pensad en cualquier objeto o bien. Pensad, es tecnología.

En mi caso, la impresora es parte fundamental de mi existencia. Sí, puede hacer gracia, pero lo cierto es que me hace la vida bastante más ágil. Cuando de repente deja de funcionar porque sí, tú no reaccionas. Te invade una sensación de desesperación porque no sabes qué hacer para que arranque. Pero pasa el tiempo y algo curioso ocurre -pasa mucho con los aparatos con una tecnología más desarrollada ya sean impresoras, mp3 o teléfonos- ella sola se pone a funcionar, sin que tú hagas nada, y te invade una felicidad extrema.


Qué me decís de una vida en el colegio sin pegamento, sin plastidecor, sin alpino o sin punzones. Estos últimos aunque verdaderamente eran peligrosos y todos hemos sufrido daño por causas ajenas a nuestra voluntad, te sentías poderoso con uno en tu mano. En clase se creaba un pequeño clima de tensión porque los más traviesos estaban esperando el momento para atacar, como tigres en la Sabana esperando a su presa sigilosamente. La conclusión es que sin tecnología el colegio no habría sido lo mismo.

En este momento quiero hacer una oda a la tecnología y a todos esos pequeños, o no tan pequeños, instrumentos a los que no damos importancia pero que sin ellos muchos momentos de la vida serían terribles. Gracias a todas aquellas personas y a todos aquellos cerebros que un día pensaron que era mucho más práctico no dejarse los riñones  fregando el suelo de rodillas pudiendo utilizar un palo sujeto al mocho, que facilitaría mucho más el trabajo.